viernes, 10 de mayo de 2013

CAPÍTULO 17 DE 'CRYING IN THE RAIN',


-Es María-respondió Niall por todos nosotros.
-¿Y qué se supone que está haciendo con Ventura?-dijo Louis, mientras apartaba las cabezas para ver mejor la escena.
-No lo sé. Pero se va a dar cuenta de que la estamos espiando-contestó Bea mientras volvía a su asiento.
-No creo que se dé cuenta-dijo Zayn mirando por la ventanilla del copiloto.
En ese momento, María se alzó unos milímetros para darle un beso en la mejilla a Ventura.
-Me parece que nos estamos pasando. Esto es personal-dijo Valentine, mientras subía rápidamente la ventanilla. Los demás se quejaron.- Tengo hambre. A sí que vámonos ya al restaurante.
Liam metió primera, y después segunda para dirigirnos al restaurante ‘Le source’. Uno de los mejores restaurante de comida francesa en toda la ciudad. No pasaron más de 10 minutos cuando pudimos ver mejor el restaurante.
Éste tenía un pequeño toldo azul en la entrada. Salimos todos del coche, con unas risas, y nos dirigimos al interior del restaurante. Tenía tan solo una planta. En su interior, las paredes estaban decoradas por fotografías entre el personal, el chef y algunos que otros famosos. En seguida, nos indicaron cual era nuestra mesa.
PVO María:
Pasé una tarde entretenida, y muy divertida junto a mi tía y mi primo. Sin duda eran adorables.
-María, nosotros nos tenemos que ir ya a descansar. Mañana tenemos que madrugar para coger el avión-dijo mi tía, mientras cogía en brazos a Jack.
-Claro. Dale recuerdos a todos, y que los echo mucho de menos también-le di un beso a cada uno, y después me acompañaron hasta la puerta.
-Adiós prima-se despidió Jack desde la puerta. No pude evitar reír ante tal acción.
Al salir, me di cuenta de que había comenzado a escurecer, y un poco de viento se había levantado. Comencé a andar de camino a casa.
-¡MARÍA!-gritó alguien detrás de mí. Al darme la vuelta, vi a Ventura correr hacia mí.
-Hola Ventura-le dije con una gran sonrisa.
-Hola María, ¿y eso que no estás con los demás?-preguntó, mientras se quitaba los cascos de música.
-Se han ido al cine. Yo tenía que visitar a mis tíos-dije señalando la casa de enfrente.- ¿Y tú qué haces por aquí?
-Pues decidí dar un paseo mientras hago un poco de ejercicio. Ya sabes que siempre está bien hacerlo. Te mantienes en forma.
-Claro, eso está muy bien-sonreí. Hubo un pequeño momento de incomodo silencio.
-Oye, ¿Por qué no me das tu número de teléfono y ya hablamos más tranquilamente? Ahora me tengo que ir-dijo Ventura. Yo asentí con la cabeza, y le guardé mi número de teléfono en su móvil.
-Adiós Ventura-me puse un poco de puntillas, y le di un beso en la mejilla.
-Adiós María, hasta otra-me respondió con una gran sonrisa, y después se fue por el mismo camino que minutos antes lo había visto.
Llegué hasta casa, y no había nadie en ella. Lo más seguro es que estuvieran cenando por algún restaurante. Llamé a Bea, y así era. Le dije que me esperaran, que en 10 minutos me tenían allí con ellos.
Subí rápidamente hasta mi habitación, y fui a cambiarme de ropa. Me puse esto, y me recogí el pelo en una coleta alta. Al salir, pedí un taxi para que me llevara hasta la misma puerta del restaurante.
Cuando llegué, baje y entre directamente. Los estuve buscando con la mirada, hasta que una mano meneándose como loca en el aire me indicó donde se encontraban.
PVO Bea:
Estábamos esperando a que nos trajeran la cena, mientras conversábamos.
-Pasado mañana tenemos una firma de discos, os acordabais, ¿no?-dijo Louis, mientras jugaba con el servilletero.
-No, yo no me acordaba-le contestó Niall. Todos reímos ante la cara que puso Louis.
-Menuda cabeza tienes-dijo Zayn, mientras le removía los pelos a Niall.
En ese momento, vi una silueta familiar y Rocío también se dio cuenta. Alzó una de sus manos, y comenzó a moverla como una loca.
-Hola chicos-saludó María con una gran sonrisa, mientras se sentaba en el sitio vacio que había al lado de Louis.- ¿Qué tal ha estado la película?
-No te has perdido nada nuevo. Era de miedo, y ya sé que a ti no te gustan de ese tipo-respondió Rocío.
-Cierto-dijo María, mientras miraba el menú.
-Por cierto, te hemos visto esta tarde-dijo Louis con una sonrisa maléfica.
-¿Si? ¿Dónde?-preguntó María sorprendida.
-Cuando íbamos de camino al restaurante-contestó Liam, desde la otra punta de la mesa.
-Estabas con Ventura-dijo Harry, que en toda la noche había hablado.
-Es verdad. Me paró al salir de casa-dijo María, mientras pasaba una y otra vez las páginas del menú.
En ese momento, se acerco el camarero y le tomó nota a María de lo que quería cenar.
PVO Harry:
No hablé ninguna palabra durante la cena. Me limité a observar los movimientos de María, la cual se encontraba sentada en frente mío. Podía sentir como se encontraba incómoda ante mi mirada, porque entrecruzaba sin sentido alguno sus dedos. No sabía qué hacer. Estaba confuso. ¿Y si Ventura me la arrebataba? ¿Y si perdía la apuesta? Miles de preguntas comenzaron a formarse en mi cabeza.
Después de terminar la cena, María se fue a la barra a pagar. Tenía que aprovechar ese momento.
-Voy un momento al aseo-les dije, mientras me levantaba de la mesa.
Al llegar a la barra, me encontré a María sentada en uno de los taburetes mirando hacia delante.
-No me gusta que te veas con Ventura-le susurré al oído. Pude sentir como ella se puso tensa. Después se dio la vuelta, poniendo su mirada en mis ojos. Nuestros rostros quedaron a pocos centímetros.
-¿Y porque no debería verme con él?-preguntó, haciendo que se formara una sonrisa en sus labios.
-Él está con Kobra-le respondí.- Y ya sabes, no está bien flirtear con un chico que ya tiene novia.
-Sé muy bien lo que hago Harry. No hace falta que te preocupes por mí.
-Sí que me preocupo por ti, porque él es mi amigo.
-Bueno, es tu amigo ¿y qué?
-Tan solo te digo que te alejes de él-fui directo a sentarme al taburete que había vacio al lado suyo. Ella me siguió con la mirada.- Él no es bueno para ti.
-Tú que sabrás lo que es bueno para mí. No me conoces Harry. No sabes nada de mí-dijo, resaltando la última palabra. La verdad es que tenía razón. No sabía nada de ella.
-No hagas las cosas más difíciles, María-le dije, mientras desviaba  la mirada a una colilla rota, en el suelo.
-Es que es la verdad. No eres quien para decirme que es lo que debo hacer con mi vida-por un momento su voz se quebró, como si estuviera a punto de llorar.
-Ya sé que no soy nadie para decirte lo que debes hacer en tu vida. Pero tan solo confía en mí. Él no es bueno para ti.
-Vamos a suponer que él no fuera bueno para mí, según dices. ¿Por qué es malo para mí?
-Porque…-no tenía palabras. Tan solo quería que no se acercara a Ventura por el mero hecho de que perdería la apuesta.
-Lo sabía. No tienes argumentos-respondió ella, mientras rodaba los ojos.
-María…-dije, mientras acercaba su mano a la suya. Ella la quitó rápidamente.

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