Después de aquel corto beso, debía separarme de sus
labios. Estaba mal lo que estaba haciendo. Él tenía novia, y yo no podía
hacerle eso a Kobra. No era de esas chicas que se interponían entre una
relación.
-Lo siento Ventura-me separé de sus labios, y desvié
la mirada al suelo un poco avergonzada.- No puedo hacer esto.
-Perdón, no sé lo que me ha pasado-se alejó con su
silla, hasta colocarse en frente mía. Podía ver el arrepentimiento en sus ojos.
-No pasa nada, ha sido un malentendido y nada
más-intenté sacar una sonrisa para que se tranquilizara. Él me respondió con
otra sonrisa.
PVO Bea:
Al terminar de comer, Chelsea y yo nos ofrecimos a
recoger y fregar todos los platos, mientras los demás salían al porche trasero.
-¿Cuánto tiempo lleváis saliendo tú y Louis?-le
pregunté, mientras enjabonaba algún que otro plato.
-Casi un año-respondió con una gran sonrisa.- ¿Por
qué lo preguntas?
-No. Por saberlo. Hacéis muy buena pareja-ella se
sonrojó ante tal comentario.
-¿Y tú que tal vas con los chicos?-dijo, mientras me
pasaba un plato para que lo enjabonara.
-Son todos muy majos, pero no hay ninguno en
especial. Todavía no ha llegado el hombre de mi vida-le dije, mientras ponía la
mirada fija en el plato sucio. La verdad es que nunca me había gustado hablar
de esos temas, ya que siempre salía perjudicada.
Una pequeña sonrisa maléfica se formó en el rostro
de Chelsea.
-Pues hay uno que te está esperando justo ahí-dijo
mientras señalaba hacia la puerta. Desvié mi mirada hacia donde señalaba su
dedo, y pude ver como Zayn se encontraba apoyado contra el marco de la puerta
con las manos metidas en los bolsillos y una gran sonrisa de oreja a oreja.
Chelsea rio ante la cara que seguramente había
puesto, y salió de la cocina mientras nos dejaba a solas. Yo continué fregando
los pocos platos y vasos que me quedaban. Pude sentir como Zayn se encontraba
justo detrás de mí.
-¿No hay ninguno en especial?-me susurró Zayn al
oído, lo que hizo que se me pusiera toda la piel de gallina, y se me resbalara
el plato que esta fregando.
-No, de momento no hay ninguno en especial-le
respondí un poco nerviosa, retomando el trabajo.
-Eso se tendrá que ver- dijo en un susurro, mientras
pasaba una mano por mi cuello apartando el cabello que había en él. Se me erizó
la piel. Me di la vuelta y alcé mi mirada lentamente, para encontrarme con sus
penetrantes ojos color café.
PVO Harry:
PVO Harry:
Todos conversaban animadamente. Se podían oír sus
risas desde la redonda más próxima a la casa. Estábamos sentados en la parte
trasera de la casa. El sol brillaba con fuerza. Era uno de esos pocos días que
realmente hacía calor en Londres. Mi mente no estaba con ellos. Todavía
seguía dándole vueltas a las palabras de María, a su actitud hacia mí.
-¿En qué estas pensando, Harry?- me preguntó Louis,
mientras se balanceaba en el balancín junto con Chelsea.
-¿Yo?-abrí los ojos rápidamente. Todos asintieron.-
En nada-contesté al fin, mientras desviaba la mirada al suelo.
-Me parece que una chica tiene que ver en todo esto,
¿no crees Louis?-dijo, de forma pícara Niall mientras hacia un choque de manos
con Louis. Ambos rieron.
Los miré de mala gana, para después decir:
-No sabéis lo que decís-rodé los ojos, y me levanté
del sillón volviendo a entrar dentro de la casa.
Todo estaba en silencio. Nada más se escuchaban los
berreos de éstos en el porche. Avancé sigilosamente por el salón, y al pasar
por la puerta de la cocina no pude evitar ver quien había en ella. Eran Zayn y
Bea, y por lo que se veía, Zayn la tenía bien ganada.
-‘Mandito
seas, no creas que me vas a ganar’-pensé para mis
adentros, mientras apartaba mi mirada de aquella escena.
Me apoyé contra la pared, mientras mi silueta era
escondida por un pilar. Saqué del bolsillo derecho el móvil, y en seguida supe
cual era mi objetivo, ‘Jane’.
-‘Oye
nena, ¿Qué te parece si te pasas ahora por casa? Te extraño, Harry xx.’-tecleé
lo más rápido que pude, y le di a la tecla verde de ‘enviar’.
A los pocos minutos, mi móvil comenzó a vibrar.
Había recibido un mensaje.
-‘Pensé
que nunca me enviarías un mensaje….Claro que voy ahora mismo para allá. Te
advierto que me he comprado un nuevo conjunto de encaje negro, grr.’
No pude evitar sonreír al leer su respuesta. Era tan
jodidamente sexy, y sabía que ella estaba colada por mí. Podía llamarla a
cualquier hora de la noche, que ella siempre estaría disponible. Sin importar
el lugar o la fecha en la que estuviéramos.
-‘Estoy
esperando verlo. No toques el timbre, entra por la puerta de la cochera’-le
respondí con el último mensaje.
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